Esta receta ha sido todo un descubrimiento. Es la típica receta de magdalenas de toda la vida pero con algunos sutiles cambios. Al estar hechas a base de aceite en lugar de mantequilla son mucho más ligeras y se comen solas (os lo digo porque dejar de comerlas ha sido casi imposible). Lo mejor de todo es que en 35 minutos las tendréis hechas. Tienen unos 20 minutos de horno y unos 15 minutos de preparación!.
Ingredientes para 24 magdalenas:
5 huevos grandes
200 gr de azúcar (y un poco más para decorar, opcional)
200 gr de aceite de oliva suave
La ralladura de un limón o un poco de extracto de vainilla
200 gr de harina
10 gr de levadura
100 gr de pepitas de chocolate (he usado las de la casa Vahiné)
Cápsulas para Magdalena
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PREPARACIÓN
Pre calentar el horno a 180 grados. Batir el azúcar con el aceite hasta que blanquee. Añadir los huevos, uno a uno sin dejar de batir hasta que queden bien integrados. Tamizar la harina y dividirla en dos partes iguales. Añadir la primera mitad de la harina a la mezcla anterior y batir ligeramente. Añadir el resto de harina tamizada junto con la levadura. Y batir de nuevo. Incorporar la ralladura de limón o el extracto de vainilla.
Rellenar dos terceras partes las cápsulas de papel que tendremos previamente colocadas en un molde metálico (sino tenéis no pasa nada aunque se abren más con el horneado). Es importante no llenarlas demasiado para que no se os salga la masa al hornear.
Colocar pepitas de chocolate sobre la superficie y meter al horno. Algunas las podéis dejar sin pepitas y ponerle una cucharadita de azúcar encima para decorar, como queráis!.
Hornear durante aproximadamente unos 18-20 minutos o cuando al pinchar el centro con un palillo éste salga limpio. Dejar reposar unos 5 o 10 minutos las magdalenas en el mismo molde y luego retirarlas sobre una rejilla para que terminen de enfriar.